domingo, 11 de marzo de 2012

Rescatar a México de la dependencia y de la recesión económica

Por: Enrique Pozos Tolentino (PPS/MUP)

El mundo
Resultado de múltiples contracciones, la sociedad capitalista ha entrado a una fase de grave peligro de conflagración termonuclear, que de suceder, acabaría con toda la vida en el planeta; los países desarrollados se disputan el control del mundo en materia de mercados, capitales, recursos naturales, es decir, el control económico político y militar del orbe. Estados uni­dos principal potencia que a los pueblos, Rusia, China, Francia, las Coreas, etc., poseen más de veinte mil con ojivas nucleares listas para ser lanzadas en todas las direcciones de la geografía mundial. Nadie puede permanecer indiferente ante el peligro de la desaparición de la vida en la tierra.

La amenaza de guerra mundial tiene como causa la crisis económica general del capitalismo, crisis insalvable.

Ante la situación mundial de peligro de exterminio, todos podemos y debemos luchar para que los organismos internacionales como la 0NU se pronuncien en contra de los planes de guerra termonuclear de los paí­ses como Estados Unidos, Gran Bretaña, etc.

México 
México ha ahondado su condición colonial a causa de las políticas neoliberales de los últimos 30 años, de la crisis económi­ca y de las políticas de violencia del grupo de la ultraderecha, lo que ha puesto a la nación al borde de la desaparición, es decir, del tránsito de México de país semicolonial a país anexado a los Estados Unidos. Lo anterior no puede permitirse de ningún modo.

La tarea de hoy, entre otras cosas, es modificar la política económica, terminar con el neoliberalismo, detener al asesino de Felipe Calderón y a sus gorilas generales de la defensa y de la marina, que deben ser juzgados y encarcelados por crímenes de lesa humanidad.

En la coyuntura del proceso electoral, el pueblo debe aprovechar la opor­tunidad para hacerse escuchar, para plantear a los candidatos que presuman democráticos o de izquierda un programa donde se proponga el cambio, no solo de la política económica, sino específicamente cambio en la política monetaria y así llevar al gobierno a las mejores fuerzas políticas, lo que, evidente­mente, no es tarea fácil, dado que los candidatos a la presidencia de la republica no quieren hacer enojar a los dueños del gran capital, principalmente al imperialismo norteamericano.

Hasta hoy, no hay un solo candidato a la presidencia de la república, (PRI, PAN, PRD), que haga propuestas a favor del pueblo.

Para rescatar a México de la dependencia y de la recesión económica, es fun­damental que el país recupere el control del banco central para que el gobierno pueda manejar las variables económicas a favor de la nación y del pueblo: las variables monetaria son, en esencia, la paridad peso-dólar, el circulante monetario, la inflación, los salarios; estas variables deben manejarse de manera distinta, a favor de la economía nacional y no del capital foráneo.

Para que los candidatos a la presidencia entiendan que México solo saldrá del atraso en que se encuentra aplicando medidas económicas relacionadas con las variables monetarias, se hace imprescindible que las organiza­ciones populares se manifiesten en contra de los programas demagógicos que prometen “la luna, las estrellas y las perlas de la virgen”, y se pase a exigir y difundir una plataforma política económica nacionalista.

El candidato que acepte incluir en su platafor­ma electoral propuestas nacionalistas, ese candidato debe ser el candidato del pueblo.

¿Qué hacer?
Hay que entender que no basta estar indignado. Hay que organizarse y pasar a la movilización, enarbolando un programa de carácter popular, un pro­grama para exigir al gobierno cambios sustanciales en la conducción de la eco­nomía y la política. Los campesinos, los obreros, las mujeres, los estudiantes, los artistas, todos, todos, todos, deben organizase y movilizarse. La unión hace la fuerza. La unión hará que la voz del pueblo se oiga en los amplios y lujosos salones gubernamentales.

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