domingo, 11 de marzo de 2012

El papel del Estado en la economía es lo determinante

Boletín de Prensa del Partido Popular Socialista  

Después de la mayor crisis económica que ha padecido el mundo desde la década de los años 30 del siglo pasado, y visto cómo la han enfrentado los Estados Unidos y la mayoría de los países capitalistas desarrollados, no debiera haber discusión seria sobre la intervención del Estado en la economía. El debate debe centrarse en la orientación de esa participación estatal, es decir, en la función social de la intervención del Estado.

Es claro que el gobierno norteamericano ha utilizado todo el poder del Estado para apuntalar al gran capital, es decir, para apoyar con recursos del Estado, provenientes de los contribuyentes, a las inmobiliarias y a los bancos que causaron la crisis. Esta solución de apoyo a los ricos defraudadores es la que ha debilitado al Estado al agudizarse los graves problemas de la deuda del gobierno norteamericano y de su déficit presupuestal, reduciendo su capacidad para estimular la economía en su conjunto. Esa orientación de los sectores oligárquicos impuesta al Estado de apoyar al gran capital es la misma que creó las condiciones para la crisis y que tiene sus raíces en la política iniciada por el Presidente Reagan y la Primer ministro Margaret Thatcher en los años 80 del siglo pasado, de desregular al sistema financiero para hacer negocios sin limitación alguna, y aplicar una política fiscal que favoreció la concentración del capital. El resultado fue la generación de inmensas riquezas en muy pocas manos, un número creciente de pobres y una debilitada clase media en los Estados Unidos.

Esa manera de hacer que actúe el Estado para enfrentar la grave crisis, es la causa del movimiento de los llamados “indignados”. Ha sido tan injusta socialmente tal política, que hasta algunos de los multimillonarios favorecidos con ella, han propuesto, coincidiendo con la iniciativa del Presidente Obama, aumentar en algún porcentaje los impuestos a los contribuyentes de mayores ingresos.

¿Y qué está haciendo la Unión Europea ante la gravedad de la situación económica creada con los problemas de la deuda soberana y el gigantesco déficit fiscal de países como Grecia y Portugal y ahora Italia y España? Imponiendo a estos países, como condición para apoyarlos, más política neoliberal: venta de empresas estatales, disminución de salarios, recorte de pensiones y supresión de plazas de trabajo, todo ello sin tocar en absoluto los privilegios del gran capital. No sólo eso, sino que propone planes multimillonarios para rescatar a los grandes bancos causantes de esos problemas.

Esas medidas son las que han estimulado el surgimiento de los movimientos de indignadoseuropeos, básicamente de los cientos de miles de jóvenes sin empleos y sin perspectivas de tenerlos. Son las que han movilizado a los pueblos en Grecia y de otros países europeos. Y son las que han impulsado a los indignados de los Estados Unidos contra los privilegios de Wall Street a movilizarse, quienes, por cierto, han sido reprimidos brutalmente por la fuerza policiaca que sirve a los oligarcas.
¿Y por qué la economía de países como China, India Brasil y otros siguen creciendo a tasas importantes a pesar de la crisis internacional? Porque en estos países el Estado actúa de otra manera.

El Estado en esos países orienta el desarrollo en función de los intereses de la nación, de crear más y mejores empleos, de modernizar la infraestructura del país para estimular el crecimiento económico. Interviene para orientar el crédito a fin de que contribuya al crecimiento de la actividad económica y para que la política fiscal dote al mismo Estado de los suficientes recursos para impulsar ambiciosos planes de desarrollo social como la educación y el desarrollo científico y tecnológico. Son Estados que actúan mirando al porvenir de sus naciones y no al interés exclusivo de los grandes capitalistas.

La esencia de esta última forma de hacer intervenir al Estado en el proceso económico nace en México como resultado de la Revolución Mexicana. Esa forma de intervención del Estado es lo que hizo progresar a nuestro país. El neoliberalismo, por el contrario, ha frenado el desarrollo de México y destruido instituciones y mecanismos que hacían menos injusta la distribución de la riqueza nacional.

Cuando los aspirantes del PAN a la candidatura presidencial de su partido afirman que en caso de que el candidato del PRI ganara las elecciones presidenciales representaría un retroceso de la democracia y el regreso al autoritarismo; o cuando afirman que en caso de hacerlo el candidato de la llamada izquierda, sería el regreso al pasado, en realidad lo que pretenden es distraer la atención y ocultar el verdadero debate porque para ellos el Estado debe actuar para que haya más concentración de la riqueza con un número mayor de mexicanos pobres, como es evidente que lo han hecho los gobiernos panistas.

Por el contrario, como lo ha sostenido siempre el Partido Popular Socialista, el Estado debe actuar para impulsar el desarrollo de la nación, con un reparto más justo de la riqueza nacional, y con un régimen democrático como lo estipula la Constitución, con derechos electorales y con un mínimo de bienestar económico de la mayoría de los mexicanos.

Es evidente que el PAN tiende una cortina de humo con falsos debates y pretende ganar así las elecciones presidenciales en el 2012 para seguir orientando al Estado mexicano mediante la política neoliberal. Pero más y más mexicanos se dan cuenta de sus objetivos, por lo que, tal como ha ocurrido en las últimas elecciones estatales, la derrota de ese partido será estrepitosa. El pueblo no aguantará seis años más de gobierno de derecha.

El PAN no quiere un cambio en el papel del Estado en el proceso económico. Eso está claro.

Lo que falta ahora, es que los partidos y organizaciones políticas del campo democrático precisen ante el pueblo sus tesis frente a este debate fundamental, de gran importancia para el futuro de la nación y para las condiciones de vida del pueblo. Es decir, acerca del problema fundamental de la orientación del Estado, los otros partidos debieran presentar sus opiniones.

México, D.F,. 2 de diciembre de 2011

LA DIRECCION NACIONAL DEL PPS 
JESÚS ANTONIO CARLOS HERNÁNDEZ 
SECRETARIO GENERAL
HÉCTOR MARÍN REBOLLO 
SRIO. DE ORGANIZACIÓN Y POLÍTICA ELECTORAL
MODESTO CÁRDENAS GARCÍA 
SRIO. DE PRENSA Y EDUCACIÓN POLÍTICA
ILDEFONSO REYES SOTO 
SRIO. DE RELACIONES INTERNACIONALES
SERGIO RUIZ PÉREZ 
SRIO DE FINANZAS
JESÚS MANUEL BORJAS BUENO 
SRIO. DE POLITÍCA SINDICAL
LUIS LINO GUZMÁN RIVERA 
SRIO DE PROPAGANDA Y MOVIMIENTOS SOCIALES

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