domingo, 11 de marzo de 2012

Democracia, enajenación y sucesión 2012 (4)

El Estado y su proceso de descomposición en la democracia representativa.
Por Ulianov Marín (PPS)

La Dirección Nacional del Partido Popular Socialista ha abierto este punto en el debate con su comunicado del pasado 2 de diciembre. De este boletín de prensa extraigo: «el Estado debe actuar para impulsar el desarrollo de la nación, con un reparto más justo de la riqueza nacional, y con un régimen democrático como lo estipula la Constitución, con derechos electorales y con un mínimo de bienestar económico de la mayoría de los mexicanos.»

Yo debo insistir en que para un partido que se autodenomina por estatutos marxista-leninista, o sea que tiene como filosofía la praxis o el materialismo-dialéctico, la menor preocupación debe ser la electoral y que en el partido de la clase trabajadora mexicana o en este específicamente, la “inercia” electoral ha quedado impresa como un vicio heredado del sexenio 1988-1994 cuando logró ser segunda fuerza electoral y tenía prerrogativas económicas que enajenaron y corrompieron a muchos, la mayoría de los supuestos militantes. La cuestión electorera es mortal para el partido de los trabajadores.

Pero el tema es el Estado y habrá que iniciar delimitando qué es lo que entiende el materialismo-dialéctico por tal: primero, es una forma de organizar la sociedad que impone la clase económicamente dominante que tiene como principal función velar por los intereses de la clase dominante contra los intereses de la clase subyugada, o sea que es en principio un instrumento de dominación de una clase sobre otra, esto decía Lenin.

Es decir que el Estado es el encargado de mantener la superestructura que generan los dueños de los medios de producción y así resulta lógico que por ejemplo el gobierno panista actual se prostituya lo mismo hacia los grandes empresarios como Slim, González Barrera (en ambos casos Salinas de Gortari en el fondo), Zambrano, Azcárraga, el otro Salinas etc. o a los narcotraficantes, sobre todo Joaquín Guzmán Loera o el chapo y su cártel, porque ellos representan por igual la clase económicamente dominante en México, o sea que las políticas del Estado mexicano están determinadas por los intereses de los grandes empresarios y de los “narcos” porque ellos tienen el poder económico. A esto regresaré en la conclusión.

El enorme y absurdo debate surgido por errores anticientíficos, al designar como Estado las estructuras de gobierno o regulación de los pueblos originarios (llamados “prehispánicos”) puede tener solución en este criterio: si para que exista el Estado hace falta la existencia de clases sociales determinadas por su relación con la propiedad sobre los medios de producción y no basta con la existencia de grupos sociales especializados por actividad productiva, entonces no es posible hablar de Estado en ninguno de los pueblos de América, ni siquiera entre los grupos Nahuas o Quechua-Aimara que eran los más desarrollados económicamente.

Otro criterio claro puede ser: en 1521 los pueblos Nahuas estaban terminando el periodo neolítico, los Purépecha apenas empezaban a experimentar con el bronce, comparativamente había entre 2800 y 3000 años de “retraso” con relación al desarrollo europeo y este “retraso” presumiblemente fue determinado por la orografía. Como un ejemplo: el Valle de Toluca siempre estuvo aislado, los Mexica no le prestaron atención sino al final del siglo XV casi al momento de la conquista y durante la colonia no había más que caminos reales que conectaran Toluca con la Ciudad de México, fue hasta cerca de 1790 que se empezó a construir un camino que no se concluyó hasta 1830 aproximadamente (estoy abusando de la memoria con estos datos).

El caso es que el esclavismo no surgió sino hasta la mitad de la edad de bronce, pero no surgió porque a alguien se le haya ocurrido que era “positivo” poseer a otros seres humanos y usarlos para la explotación de los recursos y la producción de satisfactores, el esclavismo surgió por la determinación del desarrollo de las fuerzas productivas y en la medida que la cultura se transformó, por ejemplo el concepto “guerra” empezó a ser un mecanismo de dominio y a los vencidos se les dedicaba a la explotación, un caso bien documentado es la dominación de Mesenia por los espartanos en los siglos –VII y –VI. Por lo tanto, si los Nahuas apenas estaban superando el neolítico y hace falta mucho desarrollo para llegar a la mitad de la edad de bronce, entonces es imposible el esclavismo en la América “prehispánica” por lo que era imposible la existencia de un Estado porque no había clases sociales.

Científicamente es claro que no se puede hablar de un Estado Azteca primero porque los Azteca se quedaron en Aztlan (en Náhuatl no hay palabras agudas), cuando llegaron al Lago de Texcoco se renombraron Mexica. Después porque en la sociedad mexica no había clases sociales y por lo tanto no había necesidad de conformar un Estado. No sobra la pregunta ¿entonces que había?

En toda sociedad que no ha llegado al esclavismo existieron estructuras que regulaban la interacción entre los seres humanos y que podría considerarse que son estructuras de gobierno, también existían estructuras encargadas de la administración de los recursos colectivos y existían también principios de regulación jurídica, el Código de Hammurabi sería el ejemplo más conocido. Es decir que en las etapas previas al esclavismo en el desarrollo social no se puede hablar de estructuras definidas como Estado o incluso una forma de gobierno definida, todo se reduce a estructuras en formación tan ambiguas y cambiantes que es científicamente imposible identificarlas de alguna forma y esto es porque la mayoría de los datos específicos al respecto quedan en la especulación, la falta de escritura en esa etapa del desarrollo cultural hace imposible tener datos concretos.

Todo esto me ayuda a volver a decir que es una enorme falacia la idea acerca de nuestra cultura como herencia de la música griega, la música era la actividad de las musas y algo cercano a lo que hoy entendemos por cultura, nada que ver con el asunto de hacer discursos con sonidos que hoy llamamos música.

El asunto es que en el esclavismo el Estado se configuró como la institución que garantizaba el empoderamiento de una clase social que se adueñó de los medios de producción, o sea del trabajo de los seres humanos esclavizados. El Estado esclavista tomó muchas formas de gobierno, desde el totalitarismo representado por tiranos, dictadores, imperator (que no eran emperadores), hasta una forma extraña de participación donde la clase esclavista tomaba decisiones y que nos han comunicado bajo el término democracia o república y que poco tiene que ver con lo que hoy se practica como tales conceptos.

Para el momento en que ocurrió una transición sistémica, el paso del esclavismo al feudalismo, el Estado se transformó en la medida que se transformó la superestructura, seguía siendo la garantía de que la clase económicamente dominante podía imponer sus necesidades y es entonces que los terratenientes en contubernio con la iglesia generaron estructuras de control ligadas al Estado tan violentas y terroríficas como la inquisición o santo oficio para mantener la imposición y dominio ideológico, o sea la ignorancia y con eso sus privilegios de clase. No hay que olvidar que durante el oscurantismo el conocimiento era considerado cosa del demonio, hoy no es diferente la cosa.

Por supuesto que sobre el Estado esclavista y el feudal tenemos fuentes objetivas, muchos textos de polímatas que disertaron sobre las formas de organización social aunque sin claridad científica. Por supuesto que no se puede pedir rigor científico a esos polímatas porque la calidad científica en el estudio de los fenómenos sociales llegó con las investigaciones de Marx y Engels y no antes, pero esto no es tampoco por capricho o por esa falacia llamada “genio” o “genialidad” sino por el mismo desarrollo de las fuerzas productivas que hizo posible trabajos tan científicamente irrefutables como el capital.

Y precisamente es el trabajo de Marx y Engels, su continuación en Lenin y los materialistas-dialécticos que les prosiguieron, lo que reveló definitivamente la naturaleza y determinación cualitativa del Estado, cuando se analizaron a fondo las causas y consecuencias del estado capitalista y su esencia reaccionaria. El mejor ejemplo para demostrar esto es la conformación de Estados fascistas que son el reflejo de la degradación del estado por la falta de capacidad política de la burguesía al grado de anular al Estado pseudo-democrático de que alardean, para constituir totalitarismos fascistas.

El Estado capitalista tiene como característica fundamental servir a los intereses económicos de la burguesía por lo que es un disparate esperar que en algún momento o sentido pueda responder a las necesidades de los trabajadores. Es claro que se maneja sobre la doble moral que resulta normal para la mayoría (es lo que a todos han enseñado que funciona, por sentido común) y que justifica la explotación del humano por el humano (si es que se tiene el mal tino de reconocer como humanos a los burgueses).
Así es que el Estado Burgués y su democracia representativa sirven sólo al desarrollo de la burguesía, limita las posibilidades de desarrollo del pueblo reduciendo los recursos aplicados a la solución de las necesidades de la gente mientras amplia los privilegios de la clase dominante. Por ejemplo, mientras al pueblo se le aumentan lo impuestos a los burgueses se les condonan e incluso se les permiten fraudes “legales” como el teletón y ese tipo de “caridades”... bueno, Oscar Wilde es contundente en la crítica a estos “enjuagues” de la burguesía.

Insistiendo en el párrafo del que se ha partido, creo que debería concluir diciendo que el Estado debe garantizar las posibilidades de desarrollo para todos los seres humanos, mexicanos en este caso, para lograr un óptimo (no mínimo) nivel de vida. Además, mientras se mantenga esa cuestión electorera en la crítica de un Partido de clase sospecho que seguimos enganchados en la falacia representativa que la burguesía vende como democracia, algo así...

Pero más importante es verificar que sucede con el Estado cuando deja de servir a la burguesía, entonces se convierte en la herramienta de los trabajadores para ir eliminando a la burguesía poco a poco hasta la desaparición de las clases sociales, los casos de las democracias participativas y populares que miran hacia el socialismo en Latinoamérica son claras al respecto, el Estado en Cuba, Venezuela, Bolivia o Ecuador es el bastión de los trabajadores en la defensa de sus derechos contra los abusos de la burguesía. Es decir que el Estado en esos países funciona al contrario de como funciona en México, aquí el Estado es un instrumento de la burguesía para explotar a los trabajadores, es la herramienta de represión y a partir de la “guerrita de Calderón”, de exterminio y aniquilación del pueblo, eso se llama fascismo disfrazado y no hay peor enemigo de cualquier tipo de democracia que el fascismo.

Si el Estado es capaz de garantizar el desarrollo óptimo del ser humano entonces se puede hablar de un estado democrático. Si el Estado solo garantiza derechos electorales entonces se puede identificar un estado falaz y antidemocrático.

Es caro que los neoliberales panistas, priistas o “izquierdosos” pretenden el segundo tipo de Estado, pero nosotros -el pueblo, los trabajadores- requerimos de la transformación del Estado al primer tipo y también está claro que la solución no estará en la cosa electoral.

Ahora parece que caigo en una contradicción: si lo electoral no es la solución, pero es una estupidez no votar entonces ¿que es lo que estoy diciendo?

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